LA FAMILIA ES UN EQUIPO

LA FAMILIA ES UN EQUIPO

 

En base a una pregunta surgida en el aula y después de trabajar el informe, hemos decidido realizar una reflexión... "nuestra madre o nuestro padre no deben ser esclavos nuestros..." No es totalmente así, pero denotamos y nos damos cuenta de que no ayudamos lo suficiente, además de que necesitamos conectar mejor con nuestros padres y madres. Tenemos que madurar a base de organizarnos mejor y mantener una buena sintonía para que funcionemos mejor.

 

Enseña a tu hijo haciendo

Los niños y las niñas aprenden observando y tú has sido su mejor ejemplo desde el momento en que llega a este mundo. Esto significa que necesitan menos palabras y más acción… necesitan ver lo que van a aprender y después, necesitan hacerlo con sus propias manos. Se equivocarán y cometerán errores y eso es necesario para el aprendizaje, por lo tanto si se equivoca recuérdale que no pasa nada y que vuelva a intentarlo.

Por ejemplo, muchos niños y niñas golpean a sus padres o madres, a otros niños o a las mascotas… A menudo, los padres cometen el error de decirles que no golpeen o que no lo hagan de nuevo. Este comportamiento a menudo solo es una exploración. Es necesario modelar el comportamiento apropiado, cogiendo la mano del niño o la niña y repetirle por ejemplo ‘acaricia en lugar de dar un golpe’. En todos los sentidos de la vida, procuraremos “acariciar en lugar de dar un golpe”.

Evita el decirle lo que NO puede hacer

Los niños y niñas necesitan oportunidades y para ello te necesita a ti como guía. Muestra a tus hijos e hijas qué hacer siendo un modelo de comportamiento adecuado, pero evita decirles lo que no pueden hacer. Si les dices muchas veces ‘no’, además de limitarles llegará un momento en que ya dejen de escuchar tus negativas y comiencen a hacer lo que ellos quieran -aunque te lo escondan-. Con su edad hay que sentarse junto a ellos y dialogar, conocer su punto de vista y opinión. Aplica tu experiencia si no entran en razón y cuéntale alguna anécdota de tu vida para hacerles ver lo que está mal.

Anima a tu hija e hijo a pensar

Los niños para descubrir el mundo necesitan pensar, necesitan sentirse involucrados en lo que están haciendo, por eso, no dudes en preguntarles ‘cómo’, ‘por qué’. Los niños y las niñas necesitan preguntas de reflexión para poder pensar en las cosas más cercanas a ellos y ellas, deben averiguar las respuestas aunque los adultos les guíen en su camino.

Ofrecer opciones

Los niños y niñas necesitan elegir y sentir que tienen el control, pero tampoco se les puede dar toda la libertad de elección porque madurativamente pueden equivocarse en sus decisiones. A veces hay que dejar que se equivoquen y encuentren por sí mismos el camino correcto. Evita las opciones abiertas que promueven un no como respuesta.

Distracción y redirección

La distracción y la redirección son muy importantes en muchas ocasiones. Esta es una herramienta fundamental en la disciplina positiva. Enseñar a un niño o a una niña lo que puede hacer en lugar de decirle lo que no puede hacer es fundamental. Los niños y niñas explorarán con más seguridad, solo necesitan un lugar seguro y evitar el confinamiento que solo lleva a la frustración, la duda y la vergüenza.

Una distracción efectiva significa darle al niño una actividad alternativa apropiada para que pueda redirigir su conducta. Esto tendrá que ser repetido teniendo tiempo y paciencia. Nunca hay que utilizar malas palabras hacia los hijos, evitar los cachetes o las bofetadas… la violencia NUNCA es una opción correcta para la educación de nuestros hijos e hijas.

Y por supuesto, es necesario evitar las luchas de poder… un abrazo y un comportamiento cariñoso siempre será mucho más efectivo para que los niños y niñas aprendan con amor. Es necesario que los padres diferencien los deseos de las necesidades de los niños. La supervisión de los padres y madres debe ser cuidadosa y amorosa para poder enseñar bien las habilidades.

Si una conducta nos resulta difícil reconducirla, por ejemplo, no quiere estudiar y ya se han agotado todos los recursos que motiven al estudio. Podemos utilizar sus vacaciones para iniciarlos en algún trabajo que los padres realicen o hayan realizado, con un horario de trabajo y unas reglas claras. Así se darán cuenta lo duro que puede llegar a ser ganar un sueldo. Pasada una temporada, se le hará ver que su trabajo es el estudio, para que en un futuro sus opciones de éxito sean mayores. No todo debe ser un camino de rosas, sobre todo para el alumnado que “odie” estudiar porque le quita tiempo para sus diversiones o aficiones, las cuales las ha tomado como únicas. Y quizás ha sido culpa de los adultos que están a su cargo.

Ofrece tareas

“El tiempo de la esclavitud debe acabar, los padres y madres no deben maleducar a sus hijos e hijas”. Este pensamiento es totalmente compartido por el alumnado de sexto curso, junto con su maestro Antonio Mateos.

Lo anterior lo veremos reflejado con un seguimiento semanal por parte de los padres y madres. Además, consensuareis un horario de estudio diario por la tarde, donde el alumnado deberá exponer lo estudiado o investigado a sus padres y madres. Por ejemplo, si tengo que elaborar y estudiar un esquema se lo expongo a mi padre o madre, y valorarán si se ha aprendido correctamente.

Hay que aclarar que al haber pocos deberes, no implica que no se haga nada, puesto que lo trabajado a lo largo de la mañana ha de ser revisado y estudiado por la tarde.

También es muy importante el ocio y el deporte, junto con una alimentación equilibrada para el completo desarrollo de nuestros hijos e hijas. Hay que dar prioridad, a su vez, a que jueguen y se relacionen con su compañeras y compañeros.

Estas tareas nos deben ser asignadas y realizar un seguimiento semanal. El registro lo llevaremos en un pequeño blog de notas donde deberemos registrarlo diariamente. El seguimiento de los registros lo llevarán los padres o madres y será expuesto todos los lunes en clase.

Al final del trimestre entablaremos un debate y sacaremos conclusiones, en familia.